domingo, 31 de julio de 2011

Literatura e Internet (3), o el blog como periscopio

Poco antes de las vacaciones se publicó el volumen de las actas del congreso sobre Literatura e  Internet celebrado en la Universidad de Málaga en noviembre del año pasado. El libro ha sido editado por Salvador Montesa, el director del congreso, y es muy fácil que se acabe convirtiendo en  una referencia obligada para los interesados en este  tema, pues sus casi quinientas páginas incluyen treinta interesantes colaboraciones de profesores de universidades españolas y extranjeras que cubren una amplia gama de temas.
Esos temas quedan organizados en dos grupos principales, de acuerdo al título del  congreso: a) los nuevos tipos de textos y géneros o subgéneros literarios nacidos a la vera de los medios informáticos, y b) las nuevas formas de lectura generadas por los mismos. Como ejemplos, hay ponencias y comunicaciones sobre las “tecnovelas”, la “poesía fluida”, las digitalización de la literatura, las “nubes” como espacios de lectura, las aulas virtuales, la lectura fragmentada…  


       Nuestro trabajo consistió en analizar las visitas a este blog para tratar de mostrar las ventajas de los medios electrónicos a la hora de estudiar la recepción de la novela española. Se trataba también de ver en qué medida esta fuente de información supone un cambio y progreso sobre otros recursos utilizados hasta ahora,  como son las listas de libros más vendidos o los programas curriculares. Para este proyecto contamos con la colaboración de varios estudiantes de nivel graduado, y de algunas páginas y blogs literarios como El placer de  la lectura y Lector consentido
       Para llegar a nuestro objetivo, y resumiendo, lo que hicimos fue instalar en la bitácora dos medidores (Google Analytics y Hitstats), y estudiar los datos suministrados por ellos desde agosto de 2010 hasta octubre de 2010.  Aceptando un margen de error inevitable y teniendo en cuenta que el blog se encontraba en plena fase de crecimiento, las conclusiones, aunque provisionales,  nos parecieron bastante significativas. Produjimos un total de diez cuadros de resultados estadísticos referidos a visitas, visitantes, comentarios, interacción con redes sociales, etc. De todos esos datos resumo los que me parecen más interesantes (los datos se refieren solo al periodo agosto-noviembre 2010):
1)  Las fuentes de visita más frecuentes fueron, por este orden: Google, Blogger, enlaces desde otros blogs, Facebook, enlaces por correo electrónico.
2)    Por este orden también, los diez autores más visitados fueron: Arturo Pérez Reverte, Juan Eduardo Zúñiga, Camilo José Cela, Miguel Delibes, Monserrat Roig, Juan Manuel de Prada, Ignacio Martínez de Pisón, Ana María Matute, Matilde Asensi, Carmen Martín Gaite.
3)     De todas formas, lo que más nos interesaba medir era la diferencia entre el ranking académico establecido por Robert C. Spires (basado en el número de estudios especializados sobre los novelistas españoles contemporáneos) y el ranking producido por las visitas a Viaje al Parnaso. Los resultados produjeron cinco grupos de escritores: 1) Quienes ocuparon los puestos más altos en ambas listas, entre los 10 primeros  (Camilo José Cela, Carmen Martín Gaite). 2) Quienes  ocuparon un puesto alto en el ranking académico pero bastante bajo en el electrónico (Juan Benet, Juan Goytisolo). 3) Quienes ocupan un puesto más o menos similar en ambos listados (Luis Mateo Díez, Álvaro Pombo, Javier Tomeo, Cristina Fernández Cubas). 4) Quienes ocupan un lugar primario en el listado electrónico pero no  aparecen en el académico o lo hacen muy atrás (Arturo Pérez Reverte, Matilde Asensi,  Espido Freire). 5) un grupo heterogéneo de autores que se mueven en los espacios intermedios en ambos listados (Javier Marías, Bernardo Atxaga, José Jiménez Lozano).
4)     Finalmente, las etiquetas y categorías  más visitados del blog fueron: Libros míos, Recomendados, Cuentos, Estrellas, caritas y comentarios, Literatura hispanoamericana, Libros de amigos/as, Bestsellers, Novela histórica,  Literatura y humor, Poesía.

Con estos datos creo que se pueden dar tres conclusiones. 1) Aunque con limitaciones, los blogs pueden funcionar como importantes referencias a la hora de medir la recepción de un cierto tipo de literatura. 2) El blog podría considerarse también como un "subgénero ciberliterario" específico, dado que cuenta con un modelo de lectura propia reflejado en ese interés por el contenido biográfico del autor y por esa lectura fragmentada canalizada a través de su formato de diario y los enlaces internos. Y  3), los resultados del blog confirmarían parea el caso de la narrativa española contemporánea la existencia dos cánones literarios, uno popular y otro más culto, pero también con zonas de intersección entre ambos grupos que impedirían postular la existencia de dos mundo completamente separados.


Salvador Montesa (ed.): Literatura e internet. Nuevos textos, nuevos lectores. Málaga: Publicaciones del Congreso  de Literatura Española Contemporánea, 2011, 473 pp. (José María Martínez y Rubén Baldazo: "Viaje al Parnaso postfranquista: estadísticas y recepción de la novela española contemporánea a través de un blog literario", pp. 367-386).

sábado, 23 de julio de 2011

Pobre corazón (Rosa Regas)

Me imagino que el lector de esta colección de relatos acabará más o menos satisfecho de su lectura en función del matiz que dé al título del libro. Si lo entiende en plan irónico, como creo que es la intención de la autora, el libro puede perder su carga trágica y hasta convertirse en algo divertido. Sin embargo, si lo entiende como algo simbólico y universal, el conjunto se convierte en una visión más bien pesimista del amor humano, pero no tanto por las maldades o miserias personales, sino por el peso del destino, lo cual hace de esta colección una buena versión posmoderna del amor trágico del Romanticismo.
      En este sentido Pobre corazón no es un tan negativo como Mi hermano Salvador y otras mentiras, de Carmen Posadas, que comenté en una entrada anterior. Aquí los personajes realmente se ilusionan con sus amores reales o platónicos, aunque luego al final, por una razón o por otra, esa ilusión se venga siempre abajo. Y esto quizá es lo que puede resultar un poco cansado para el lector, es decir, que prácticamente todos los cuentos tengan siempre un mismo esquema, es decir, que esos personajes bien individualizados y a menudo entrañables al final se inscriban en un único modelo esquema narrativo. Este esquema sería el siguiente: 1) encuentro ilusionado y un poco ingenuo pero feliz con el amor, 2) momento de crisis, y 3) momento de desengaño, sin redención posible.  El ambiguo título de uno de los cuentos, “Los funerales de la esperanza”, puede resumir muy bien también ese doble sentido que puede darse al título general del libro.
         En general cada relato tiene vida propia y originalidad, aunque también es cierto que en varios de ellos pesan algunos tópicos que, por otra parte, no siempre son fáciles de evitar en un tema como este. Es lo que creo que ocurre con el triángulo de “La farra”, la ambientación del amor humano en escenarios religiosos (algo muy frecuente en la literatura del decadentismo), el  cura acartonado  de “La nevada” o  los amores literarios y epistolares de “La inspiración y el estilo”. Pero también creo que en este caso es mejor reconocer que en su individualidad cada cuento está  realmente logrado y llega a ser conmovedor y merecedor de una segunda lectura. Esa mezcla de ilusión y sufrimiento de los principales personajes  llegan fácilmente al lector porque en general la autora huye de extremos y truculencias innecesarias, haciendo que se mantenga la verosimilitud de cada historia y la posibilidad real de cada protagonista. Es muy difícil, por ejemplo, no compadecerse del frustrado protagonista de “La farra”, de las víctimas de “Más allá del limite", tan rodeadas de vacío...
       El lenguaje y el estilo se notan que están trabajados y modelados con unos leves tonos poéticos que van muy bien con las anécdotas relatadas. Un estilo con peso propio donde las palabras parecen brotar naturalmente sin preciosismos ni alardes estilísticos forzados, y que es a la  vez cuidado y  posee un lirismo contenido que da a las historias el vuelo poético justo, sin convertirlas en cuentos propiamente líricos pero también sin perder el contacto con la historia.  Igualmente, se alterna el uso de diferentes perspectivas narrativas (monólogos, tercera persona, etc.) de la forma más natural y conveniente para cada relato.  Como reparo menor pueden señalarse los diversos errores o erratas de las expresiones latinas de “Introibo ad altare” (escrito a veces “Introbio at”, etc.).
         En resumen, Pobre corazón resulta un grupo de cuentos  que leído en su conjunto puede sentirse un poco monótono, pero que a la vez, considerados aisladamente y con la excepción de algunos tópicos quizá inevitables, no dejan de conmover y ser singulares. Además está escrito con personalidad, exigencia y acierto. Una buena versión moderna de la tradición trágica del amor romántico pero que por desgracia, como este, parece no encontrar una salida a la fatalidad del destino.  Lo incluyo en mi lista de recomendados con las prevenciones señaladas. Mi reseña de Mi hermano Salvador y otras mentiras, de Carmen Posadas, aquí. (Rosa Regas: Pobre corazón. Barcelona: Destino, 1996,  240 pp.).






domingo, 17 de julio de 2011

Los políticos y la fama

Aunque no se puede generalizar, tampoco creo que vayan muy descaminadas estas palabras de uno de los personajes de Invención para una duda, de Antonio Prieto: 

"-Los tiempos han mudado demasiado desde entonces. La fama se posa ya sobre otros cuerpos y profesiones, como los políticos, que necesitan repicar continuamente. Cualquier paro en esa continuidad los desvanece, huyendo la fama. Ninguna mirada es capaz de reconocerlos luego; ni siquiera su propia vanidad." (La imagen es de la estatua de la diosa Fama, del Jardín de Campo Grande de Valladolid. La entrada del blog para 
Invención para una duda en este enlace).

domingo, 10 de julio de 2011

Novela rosa, electrónica y estadounidense

Cuando empecé mi vida en Estados Unidos una de las cosas que más me llamó la atención fue la existencia de una gigantesca sección de libros en grandes almacenes como Wal-Mart u otros parecidos. Mi primera impresión fue de sorpresa y alegría pues me imaginaba -ingenuo de mí- que allí iba a encontrar a los grandes clásicos que tenía pendientes de leer. Pues no, ni tampoco encontré los best-sellers de turno; lo que hallé sobre todo fueron miles y miles de novelas rosas, de precio barato, con cubierta de papel e ilustrada casi siempre con una atractiva pareja apasionadamente acaramelada. Me hicieron pensar en Corín Tellado pero al mismo tiempo me la dejaron muy pequeñita. El volumen de títulos y autores (principalmente autoras) que se mueven en ese género son casi incontables y suponen una buena porción del pastel literario norteamericano. Hasta cuentan con una asociación propia, como puede leerse abajo.

    A propósito del crecimiento de la popularidad y difusión de este género en los medios cibernéticos, la revistaThe Writers Chronicle
 incluye una interesante nota en su quinto número del presente año. La conclusión es que la novela rosa puede convertirse en uno de los principales protagonistas de la actividad lectora de Estados Unidos y quizá, con el tiempo, de otros países. Otra muestra más de cómo la tecnología está cambiando el paisaje literario. Traduzco esa nota periodística, con algunos pequeños cambios: 

     "Según un reciente artículo del New York Times y en lo que se refiere al formato electrónico, la novela rosa es el género con el crecimiento de ventas más rápido en los Estados Unidos, por encima de la novela policiaca y de ciencia-ficción. Hasta ahora las editoriales sabían que la novela rosa en formato impreso se vendía bien también, constituyendo alrededor de un 10% del total de las ventas, pero en un momento en que los e-readers  empiezan a consolidarse en el mercado, el aumento de ese porcentaje está siendo bastante más alto de lo que se esperaba.  Como ejemplo, el pasado año All-Romance, una librería virtual especializada en el género, ha visto duplicado su número de ventas. 
      En 2009 este tipo de novelas produjo un total de casi mil cincuenta millones de dólares, y también se llevó la palma en el mercado de libros usados y de intercambio. Según la asociación Romance Writers of America, unos setenta y cinco millones de lectores individuales leyeron al menos una novela rosa en 2008.
     Y Barnes & Noble, la cadena de librerías más grande del país, ha empezado a comercializar el formato electrónico de estas novelas con un empuje inusitado. William Lynch, uno de los directores de la cadena, afirmaba en una entrevista que este grupo de lectores es uno de los más fieles y constantes del mercado, pues compra un promedio de tres novelas al mes y por ello, obviamente, se trata de un cliente al que hay que cuidar mucho.  
        Medio en broma, medio en serio, la causa de este incremento lo puede explicar uno de los correos electrónicos que una de sus clientes envíó a All-Romance: 'Ahora tengo la opción de no mostrar a mi marido qué novela estoy leyendo'". (El enlace a la revista The Writers Chronicle aquí ).

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