martes, 19 de noviembre de 2013

Isabel Allende y Ana María Matute: comparando palabras

Cuentos de Eva Luna,
donde se incluye
"Dos palabras"
En el programa de lecturas de Español AP (Spanish Advanced Placement) figura como lectura obligatoria el cuento "Dos palabras" de Isabel Allende. Desde la primera vez que di esa clase me pareció uno de los más flojos del programa, por sí mismo y también al compararlo con otros del grupo, como "El sur" (Borges), "La noche boca arriba" (Julio Cortázar), o "Mi caballo mago" (Sabine Ulibarrí). Así que acabé pensando que este cuento es otro de esos que se había incluido ahí más por motivos ideológicos que por motivos estéticos, entendiendo en este caso como ideología tanto la necesidad de incluir a alguna escritora en la lista de lecturas como a la necesidad de que el contenido del cuento correspondiese también a los intereses político-feministas... 

    Pero me parece que "Dos palabras" hace aguas  tanto por un lado como por otro. Si se hubiera querido incluir a una buena escritora se podía haber elegido, por ejemplo, a María Luisa Bombal, cuyo cuento "El árbol" me sigue pareciendo una obra maestra y cuyo talento habría dejado mejor parada a la escritura de mujeres. Y si se hubiera querido dar más fuerza a los argumentos feministas, me habría parecido mucho más adecuado "La culpa es de los tlaxclatecas", de Elena Garro, un poco maniqueo, como el de Allende, pero mucho mejor escrito y con un argumento de mucha más densidad ideológica.

     Al comentar "Dos palabras" en clase, realmente lo único que despierta interés en los alumnos es la escondida identidad de esas dos palabras, que para algunos serían "Te amo" o algo parecido, y para otros "La patria" o también algo  parecido. Pero todo lo demás es tan obvio y flojito que el relato aparece al final sin fuerza y lleno de estereotipos: Belisa es una mujer que se hace a sí misma, pero que no tiene errores ni dudas -o sea un personaje plano-, la moraleja es también tópica y evidente -la mujer que con educación y el amor puede amansar la violencia e integrar armónicamente todas las clases y etnias, etc., etc. Además le faltan momentos de verdadero clímax y se nota demasiado las luchas de Allende por llegar a ser un García Márquez con faldas...

     Para darle otra oportunidad más, este año se me ocurrió pedir a los alumnos que lo comparasen con "El saltamontes verde", un cuento de Ana María Matute también organizado en torno al poder redentor de las palabras. Les pedí que valorasen ambos cuentos, y acabaron y acabamos más o menos con la misma conclusión. El de Matute  es mucho más complejo y profundo, más universal y metafísico. Las palabras son la identidad personal y no un mero instrumento, la decisión final de Yungo de tener que "matar" a sus propias palabras tiene mucha más tensión que todos los momentos juntos del cuento de Allende, etc. etc.

En fin, que si hasta en los programas educativos para estudiantes
avanzados y para futuros profesores de español dejamos que se metan relatos menores teniendo muchas mejores opciones, ni estamos haciendo un servicio a la reivindicación de las escritoras ni a la mejor literatura, ni tampoco a nuestros estudiantes.
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