martes, 16 de febrero de 2016

Alicia Giménez Bartlett: 'Día de perros'

Una novela policiaca cuyo tono
de farsa le impide ser una
novela seria
Después de haber leído Ritos de muerte tenía cierta curiosidad por ver cómo iban desarrollándose o enriqueciéndose los personajes de Petra Delicado y Fermín Garzón, y por ello esperaba ver en esta segunda novela de la serie un poco más de profundidad o seriedad de la que he visto. La verdad es que no aparece en esta historia nada o casi nada que no haya podido intuirse en la primera de la serie, a no ser la seriedad con la que la autora ha procurado documentarse acerca del submundo clandestino de la compraventa y robos de perros de presa, un poco más trabajado que el de las elucubraciones psicoanalíticas de Ritos de muerte.

    Así Petra quedaba libre de sus dos maridos para dedicarse –muy mujer independiente y todo ese rollo–  a cazar y encamarse con los varones que se cruzaran en sus casos, que en esta ocasión aparecen como figuras de usar y tirar para esa caracterización de la ninfómana inspectora. ¿Por qué será que las inspectoras o las jueces-detectives de la novela española les da por ser ninfómanas? ¿Algún complejo en sus creadores/as? ¿Falta de originalidad? (Otro ejemplo en Un asesinato piadoso, de Guelbenzu). ¿La mejor muestra de que esa 'liberación' sexual es tan disfuncional como el resto del mundo recogido en el género negro, lleno de alcohólicos, deprimidos, etc., etc.?

     Al respecto, la anticipada cita final con el doctor Castillo –un verdadero comparsa durante la novela– no deja de ser bastante ridículo. Y lo mismo decir del pobre Fermín, aquí liado con dos de las mujeres que se han cruzado en el caso y que al final acaban también descartadas como material desechable. Si a esto añadimos alguna seria inverosimilitud más, como la de la autoría del asalto a la casa de la inspectora, la verdad es que al final la novela queda solo como una historia entretenida pero nada más.

   Más que una novela negra y a pesar de la atemorizadora portada, Día de perros es más bien una mezcla de vaudeville y novela policiaca ligera, con frecuentes dosis de un erotismo simplón y que afortunadamente no es muy explícito, pues esto habría sido como la puntilla de la historia. Hay que reconocer que hay momentos divertidos y que la autora sabe enredar y desenredar bien su madeja, y que hay también cierto esmero en cuidado en el uso del lenguaje. Pero también hay que notar que muchas de las consideraciones y los momentos son más propias de una novela de género –en el mal sentido de la palabra– que de una novela seria, y que muchas de las consideraciones sobre el amor y las relaciones sentimentales encajan más bien en el género rosa que en el negro, a no ser que la autora esté pensando en llegar principalmente a un lectorado femenino y de “consumo” y hacer de su novela otra novela perecedera más.

    Y es que al final esa mezcla de vaudeville y novela de detectives no creo que acabe resultando; de tanto frecuentar la risa, la novela acaba dejando de ser una novela seria, en el buen sentido de la palabra.  A ver si tengo más suerte con la siguiente. (Alicia Giménez Bartlett: Día de perros. Barcelona. Grijalbo-Mondadori, 1997, 284 pgs.).



martes, 9 de febrero de 2016

H. G. Wells: 'La máquina del tiempo'




Hace ya unos años me leí The War of the Worlds, y recuerdo que quedé un poco decepcionado sobre todo por el desenlace un poco desvaído y desprovisto de tensión, aunque también intuía que los temas de fondo de la novela -la fragilidad humana, sobre todo- estaban suficientetemente bien expuestos. Como muchas novelas de ciencia ficción, era un libro más para pensar que para disfrutar literariamente o como ficción/entretenimiento..

Algo así ocurre con The Time Machine, donde me han parecido más interesantes las digresiones sobre el tiempo y la cuarta dimensión que las aventuras del viajero en ese futuro que no parece tan afortunado como a veces creemos y que sería profundamente distópico. Pero, de nuevo, los capítulos dedicados al viaje y a la descripción de los movimientos y personajes del nuevo mundo me han parecido bastante faltos de tensión,  que se acumularía precisamente en los capítulos finales, a la vuelta del viajero a su casa-taller. Como otras veces, sería una novela para aficionados al género, incondicionales de la ciencia ficción o de las novelas filosóficas. Y, en esto, me imagino que es una buena novela. 

martes, 2 de febrero de 2016

Adolf Hitler: 'Mi lucha'

De cómo la Primera y la Segunda Guerra Mundial
fueron la misma Guerra, o lo que pasa cuando
la raza o la nación se sacan de madre. 

(Adolf Hitler: Mi lucha: México: Diana, 
1965, 251 pp.)
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